viernes, 15 de marzo de 2013

¿Por qué se siente más frío antes del amanecer?

     La velada transcurrida a la luz anaranjada de un farolillo fue cálida, llena de conversaciones y de reencuentros. El mar te trajo el sonido de las olas rompiendo contra la orilla. Sentiste toda la calidez del verano hasta que, fatigado, te tumbaste en la cama sin ni siquiera despegar la sábana para cubrirte. 
    Ninguna sombra oscureció tus pensamientos y todo fue quizás un poco como antaño. Pero poco antes de despuntar el alba, cuando Júpiter y Venus se encontraban a media altura sobre el horizonte, lo que en un principio pareció brisa se convirtió en un viento agitado y prolongado que osó mover las cortinas, acelerando tu corazón y haciendo que tus pies sintieran frío. 
    Fue curioso percibir, en la plenitud del verano, las amenazas del otoño cuando no el desasosiego que te provocarían los madrugones del invierno. Incomodado, tuviste que adoptar la pose de un gimnasta y arquear tu cuerpo para levantar la sábana que horas antes, despreocupadamente, habías dejado intacta.

No hay comentarios:

Publicar un comentario