viernes, 24 de abril de 2015

El astronauta perfecto

     Por muchas veces que uno vea 2001 una odisea en el espacio o la repase mentalmente, no dejará de sorprenderse de las interpretaciones que de ella pueden surgir. ¿Acaso el hombre que reposa en esa luminosa habitación de estilo rococó y del que se supone son sus últimos instantes antes de renacer en un saco amniótico que gira alrededor de la Tierra, no fuera una recreación poética, una profecía quizás del tránsito a la eternidad del primer hombre que pisó la luna?